martes, 2 de junio de 2009

Anahí



Anahí,
las arpas dolientes hoy lloran arpegios
que son para ti.
Anahí
recuerdan acaso tu inmensa bravura
reina guaraní.
Anahí
indiecita fea de la voz tan dulce
como el aguaí.
Anahí, Anahí
tu raza no ha muerto, perduran sus fueros
en la flor rubí.

Defendiendo altiva tu indómita tribu
fuiste prisionera;
condenada a muerte, ya estaba tu cuerpo
envuelto en la hoguera,
y en tanto las llamas lo estaban quemando
en roja corola se fue transformando.
La noche piadosa cubrió tu dolor
y el alba asombrada
miró tu martirio hecho ceibo en flor.

Anahí,
las arpas dolientes hoy lloran arpegios
que son para ti.
Anahí
recuerdan acaso tu inmensa bravura
reina guaraní.
Anahí
indiecita fea de la voz tan dulce
como el aguaí.
Anahí, Anahí
tu raza no ha muerto, perduran sus fueros
en la flor rubí.

Autor: José Osvaldo Sosa Cordero
Fotografía:3.bp.blogspot.com/.../S269/Indigena_.jpg

1 comentario:

  1. Vi la foto del perfil y recordé estas palabras de Ortega y Gasset ("¿Qué es filosofía"?, lección X):
    "Para buscar una imagen que fije un poco el recuerdo de esta idea traigamos aquella de la
    mitología egipciaca donde Osiris muere e Isis, la amante, quiere que resucite y, entonces, le hace tragarse el ojo del gavilán Horus. Desde entonces el ojo aparece en todos los dibujos hieráticos de la civilización egipcia
    representando el primer atributo de la vida: el verse a si mismo. Y ese ojo,
    andando por todo el Mediterráneo, llenando de su influencia el Oriente, ha venido a ser lo que todas las demás religiones han dibujado como primer atributo de la providencia: el verse a sí mismo,atributo esencial y primero de la vida misma.
    Pedro

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